Colombia fue su cuna, concretamente la zona colonial, allá por la década de los cuarenta. Dicen que su origen viene de un cortejo entre nativos africanos recién llegados al país sudamericano, los oriundos de este, y españoles que residían en las zonas coloniales. Esta fusión dio lugar a la Cumbia, de ahí esa gran variedad de instrumentos que alberga.
Esa mágica mezcla de maracas, flautas, percusión, tambores, guaches,… tomó más solidez cuando incluso elementos como el piano, guitarra, acordeón o bajo se incorporaron a este ritmo musical. Así poco a poco la Cumbia se convirtió en un referente para alegrar las fiestas y muchas localidades tuvieron sus propias bandas especializadas, lo cual hizo mucho más rápido el arraigo en los pueblos y sus gentes.
Entre los años 55 y 60 comenzaron a realizarse las primeras grabaciones de discos de Cumbia, lo cual hizo que traspasase fronteras mucho más rápido y extendiéndose con gran éxito y aceptación en la gran mayoría de países latinoamericanos, que incluso le dieron su toque nacional.
Cabe destacar que se relaciona mucho a los tradicionales trajes para bailar Cumbia con España, pues el corte de los vestidos, maquillaje y tocados de pelo tienen conexión con los trajes de sevillana y los trajes de los chicos con el conocido vestuario de las fiestas de San Fermín, en Pamplona.
La Cumbia a día de hoy a servido de base para nuevos ritmos, y sigue triunfando en las fiestas populares de los países sudamericanos.
