Seguimos este ciclo que muestra el lado humano de algunos artistas con los que hemos trabajado desde el año 2.002 que empezamos nuestra actividad.
Cuando el cliente nos llamó solicitando a Ecos del Rocío, lo primero que viene a la mente es un grupo de mucha gente sobre el escenario (aunque luego ves que solo son cuatro) y con canciones conocidas. Del contacto inicial sorprendieron varias cosas. Una, la facilidad de lograr contactar con el grupo, por aquellos entonces donde aún la era internet y los grupos musicales aún no estaban muy acoplados, ellos ya estaban al día.
La otra cosa que sorprendió, fue hablar con uno de los miembros del grupo (Juan Manuel) directamente. Se representaban a ellos mismos, no tenían agencia, y cada vez que llamabas te atendía como el que llama a casa de un amigo. Cordialidad, cercanía y podía hablar de cualquier tema que surgiese.
De las primeras cosas que pregunta Juan Manuel cada vez que he vuelto a hablar con él, es para que pueblo sería la actuación. Si es un sitio donde ya le ha llamado otra agencia para ese día o para un pueblo cercano, te lo cuenta con la naturalidad de quién valora la sinceridad y no le gustan que las cosas puedan enrarecerse.
Tenía mis dudas respecto a la respuesta del público con Ecos del Rocío. Incluso un par de semanas antes del concierto no había muchas entradas vendidas. Se acercaban los días y el ritmo, no subía demasiado. La última semana comenzaron a venderse más y más entradas según se acercaba la fecha. El último día se agotaron.
La curiosidad me invadía, ¿qué tipo de público agota entradas de Ecos del Rocío en un pueblo pequeño?. La respuesta estaba en la grada. Un público de todas las edades, clases sociales, géneros,… Temas de toda la vida, y temas actuales enganchaban a los asistentes. Todo cuadraba.
En persona Ecos del Rocío son unos señores elegantes, no solo en el vestir, sino en el trato, en la formalidad, en la atención que ponen a todo desde que se cierra el contrato hasta que se acaba el concierto, en detalles como regalar un CD firmado al cliente y la agencia, se muestran como un grupo de amigos con muchos kilómetros y experiencias de vida juntos.
Ecos dejan claro que la caballerosidad, la formalidad, la seriedad, profesionalidad,… son sus señas de identidad, tanto sobre el escenario como en los despachos. Uno entiende al conocerlos porque no necesitan representante, nadie podría representarles mejor.
