Sin duda una de las grandes artistas del Siglo XX, todo un referente e imagen de un país que representaba a la perfección el estereotipo del español fuera de las fronteras. Nacida en una familia humilde, desde bien pequeña se mostró inclinada con decisión hacia el baile y el cante.
Su infancia se desarrolla en un barrio gitano, donde su padre regentaba el Bar Los Leones en Jerez de la Frontera (Cádiz), la fiesta y el baile están al pie de la calle y no era raro verla subida en las mesas de los bares dando sus primeros espectáculos.
Tal era su fe en su talento que logró convencer con menos de 20 años a sus padres para vender el bar que regentaban y marcharse todos a Madrid. Manolo Caracol fue una de las primeras estrellas del panorama musical del momento con los que trabajó, y con el que incluso mantuvo un largo idilio sentimental.
«Lola de España» y «La Faraona» son los dos nombres con los que es apodada por el gran público. En el año 1957 se casó con el artista y guitarrista Antonio González «El Pescailla». El matrimonio tuvo como frutos a otros tres grandes artistas como Lolita, Antonio y Rosario.
Lola Flores creció como esa faraona que protegió y apoyó los sueños de sus hijos, siguió dando su imagen de artista pero también su sumó la faceta de madre. Nos dejó canciones inolvidables como La Zarzamora, Que me coma el tigre, El Lerele, Pan y Chocolate,… su coraje y personalidad a la hora de cantar hacía más grande los temas que cantaba.
Su imagen logró ser tan popular y reconocida que participó en varias películas, realizando muy buenos trabajos. Aunque ya falleció hace más de 20 años, se ha convertido en un gran mito que sigue muy presente y vivo en la historia musical de España.
