Si decimos Marieta o Mª de los Ángeles nadie la identificaríamos, en realidad Rocío Durcal era un nombre artístico con una historia tan bonita y curiosa que contaremos más adelante.
Marieta nació en una familia humilde en 1.944 en un país que comenzaba a vislumbrar el fin de la post-guerra y que arrastraba aún enormes dificultades en la gran mayoría de familias, la suya no era una excepción.
Era una niña muy responsable, la mayor de seis hermanos, incluso algo introvertida con un mundo interior donde soñaba con ser actriz pero que no compartía con su familia. Académicamente era buena estudiante, y como hija muchas veces ejercía de madre de sus hermanos, creció consciente de la situación familiar y de la importancia de su ejemplo y comportamiento frente a sus hermanos y padres.
Eso si, en el colegio, los recreos se convertían en muchas ocasiones en escenarios improvisados con sus amigas como público fiel, esto le llevó a participar en certámenes escolares donde sus padres asistían ilusionados y contentos de ver disfrutar a su hija, pero jamás se lo plantearon como una meta final de su Mª Angeles, era algo divertido y entrañable.
Su abuelo fue su confesionario, le manifestaba sus deseos de ser actriz, de cantar,…el abuelo muchas veces a escondidas se movía para presentarla a distintos concursos radiofónicos o televisivos. Sus padres cuando tuvieron conocimiento de este «sueño» no les gustó, querían una vida ordenada para su hija y no la querían de un lado para otro, sin estudiar.
Y así llegó su actuación en el programa de TVE «Primer Aplauso». Sus padres le apoyaron en este caso. La casualidad quiso que un buscador de talentos, llamado Luis Sanz quién estaba afeitándose escuchase la voz de Marieta, antes de finalizar la canción contactó con la emisora y solicitó los datos de la chica a la que visitó unos días después en su casa con toda la familia presente.
Allí le propuso llevar su carrera, les habló de las grandes posibilidades que tenía, quién hablaba no era un vende humos, no en vano llevaba la carrera de Lola Flores, Paquita Rico o Carmen Sevilla. La familia le pidió una semana para responder, dicen que fue la semana más difícil en aquel armónico hogar. Aceptaron finalmente con algunas condiciones como que siguiese estudiando, aunque fuese con profesores privados.
La banderola del éxito ondeaba para comenzar una carrera inimaginable para todos los que la conocía, solo quizás ella y su abuelo habían pensado algo como lo que le estaba sucediendo.
Aunque triunfó en la canción, su presencia tanto en películas como en el teatro marcaron su trayectoria de una manera clara. Era una artista completa, su voz quizás era su mayor talento, pero tenía muchos más.
Se casó con Junior, uno de los componentes de Los Brincos. Ambos siguieron sus carreras, pero poco tiempo después y conscientes del tremendo potencial y posibilidades que tenía ella, y por iniciativa de Junior, él abandonó su carrera para dedicarse a sus hijos. Algo que Rocío siempre agradeció tanto pública como privadamente, de hecho han sido una pareja ejemplar dentro del mundo del espectáculo.
México formó parte no solo de su carrera, sino que lo llevaba siempre en el corazón desde que hizo su primeras actuaciones musicales con 17 años. Se convirtió en una gran cantante de rancheras muy reconocida en el país azteca.
Para terminar contaremos la curiosidad de como Mª de los Ángeles terminó siendo Rocío Durcal. En una reunión donde buscaban nombre artístico para la niña de 15 años, Luis decía que necesitaba un nombre fresco, vital,… como el rocío,… Así salió Rocío, el apellido estaba más complicado su apellido real era De Las Heras y no acababa de convencer. En la sala donde estaban había un mapa de España donde el conocido agente programaba las giras. Al ser complicado ponerse de acuerdo con esto, Rocío tuvo una idea, cerró los ojos, se puso frente al mapa, dio varias vueltas con la mano y señaló un punto.
Ese pueblo era Durcal en Granada. La estrella ya tenía nombre artístico, sería para siempre Rocío Durcal.
